La industria del turismo ha enfrentado durante mucho tiempo complejidades regulatorias. Desde los derechos de los pasajeros hasta la clasificación de hoteles, pasando por la protección al consumidor y la competencia justa, las normativas en el sector turístico se han multiplicado y diversificado. Hoy en día, los desafíos son aún mayores, impulsados por la digitalización y la creciente presión ambiental.
Cada año, surgen nuevas normativas que reconfiguran la industria y exigen una adaptación constante por parte de los operadores turísticos. En este análisis, se exploran las regulaciones clave en lo digital y lo ambiental que afectan al sector turístico, así como los retos a los que se enfrentan las empresas para cumplir con este panorama normativo cambiante.
Un mosaico normativo en constante evolución
A nivel global, no existen leyes unificadas que regulen la sostenibilidad o los servicios digitales en el turismo. En su lugar, las empresas turísticas se encuentran con un mosaico de regulaciones, estándares e iniciativas que surgen a nivel local, nacional e internacional. Para reducir los costos de cumplimiento y facilitar el acceso a mercados internacionales, las empresas del sector abogan por una armonización de las regulaciones digitales y ambientales.
Regulaciones digitales
La industria turística actual es un ecosistema impulsado por interacciones digitales. Desde las reservas hasta la entrega de servicios, proveedores e intermediarios interactúan constantemente en el ámbito digital, no solo con clientes y socios, sino también con agencias gubernamentales. Sin embargo, el crecimiento de estos canales digitales ha estado acompañado por un aumento en las regulaciones relacionadas. A continuación, se detallan algunas de las áreas clave que enfrentan desafíos regulatorios en la industria del turismo.
Privacidad de datos e identidad digital
Las empresas turísticas dependen en gran medida de los datos personales a lo largo del recorrido del cliente. Desde la reserva inicial hasta el marketing post-viaje, la información personal resulta crucial para mejorar la experiencia del usuario. Sin embargo, el uso de tecnologías como el reconocimiento facial requiere un consentimiento claro y una justificación de su necesidad. Europa ha liderado la regulación de la privacidad con iniciativas como el “Paquete de Datos de la UE”, compuesto por leyes como el Acta de Gobernanza de Datos, la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales, entre otros. Este esfuerzo ha sido replicado en otros países, incluidos Estados Unidos y China, cada uno con objetivos específicos.
Protección al consumidor
La protección al consumidor en el turismo ha tenido un enfoque tradicional en la claridad de la información de boletos y los derechos de los pasajeros. Con la era digital, han surgido nuevos desafíos, especialmente en temas de reservas online y tarifas adicionales, generando un debate más profundo sobre la transparencia en la venta de servicios.
Competencia
En todo el mundo, los estados intentan trasladar sus políticas de competencia al ámbito digital, buscando evitar prácticas anticompetitivas como la colusión o el ocultamiento intencional de información. Los reguladores también observan las ayudas estatales desiguales y las fusiones que pueden reducir la competencia en el sector turístico digital.
Inteligencia artificial y seguridad en el turismo
La inteligencia artificial (IA) ofrece un potencial transformador para el turismo, pero también plantea riesgos significativos. La IA no solo ha captado el interés de empresas y gobiernos, sino que también ha llamado la atención de los reguladores, quienes buscan asegurar que su implementación sea segura y ética. En el turismo, el uso de IA para predecir el comportamiento del consumidor o mejorar la seguridad de los viajeros es prometedor, pero su despliegue requiere un marco regulador que garantice la transparencia y la protección de datos.
Plataformas colaborativas y marketplaces
Las plataformas colaborativas han desafiado los marcos regulatorios tradicionales, obligando a las autoridades a ponerse al día. Los temas de identificación de usuarios y proveedores, seguros y resolución de disputas son áreas de especial atención. Los gobiernos locales también se enfrentan al reto de regular aspectos como las licencias y la recolección de impuestos para estas plataformas.
Fiscalidad de la economía digital
La digitalización del turismo tiene un impacto significativo en la fiscalidad. Las empresas que operan a través de plataformas digitales generan valor en múltiples jurisdicciones sin presencia física, lo que complica la recaudación de impuestos. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha lanzado un enfoque de “dos pilares” para abordar este “desafío fiscal digital”, determinando dónde deberían gravarse las ganancias y cuánto impuesto debería pagarse.
Regulaciones ambientales
La creciente conciencia ambiental, junto con los impactos tangibles del cambio climático, ha incrementado la presión para regular la sostenibilidad en el turismo. A pesar de los desafíos económicos y geopolíticos recientes, la regulación ambiental continúa su marcha. Actualmente, existe una combinación de medidas obligatorias sobre emisiones de carbono, gestión de residuos y conservación de la biodiversidad, junto con esquemas de certificación voluntarios como el Sistema Comunitario de Gestión y Auditoría Medioambientales (EMAS) y estándares como ISO 14001. Estos estándares reflejan un enfoque más integral hacia la sostenibilidad en el sector turístico.
Conclusión
Para las empresas turísticas, navegar por un panorama regulatorio fragmentado y multinacional representa un gran desafío. La necesidad de equilibrar el crecimiento económico con la responsabilidad ambiental y social complica aún más la situación. Sin embargo, la creciente conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad y la protección del consumidor está impulsando un cambio hacia regulaciones más robustas y equitativas. La cooperación internacional y una inversión adecuada son fundamentales para superar estos obstáculos y construir un futuro más sostenible y justo para el turismo.
Este escenario plantea preguntas fundamentales para la industria: ¿Cómo lograrán las empresas turísticas adaptarse y prosperar en un entorno regulador en constante cambio? La respuesta, en gran medida, dependerá de su capacidad para innovar y adoptar prácticas responsables que no solo cumplan con las regulaciones, sino que también promuevan una industria más resiliente y sostenible.
Información original en PhocusWire.