Por Iván Federico Hojman

La laguna de Mar Chiquita y los Bañados del Río Dulce son un enorme humedal, de alrededor de un millón de hectáreas, donde solo el lago salado ronda las 600.000 hectáreas.

La provincia de Córdoba junto con organizaciones naturalistas y la Administración de Parques Nacionales impulsan la creación del Parque Nacional Ansenuza, localizado en la laguna de Mar Chiquita, en el noreste de la provincia, que podría transformarse en el área protegida más grande del país con casi un millón de hectáreas.

El parque se emplazaría en la mayor cuenca endorreica de Argentina, que comprende a la laguna de Mar Chiquita, que es el lago salino más grande Sudamérica y entre los cinco primeros del mundo, los extensos bañados del Río Dulce en la costa norte y las bocas de varios ríos secundarios al sur.

Daniel Somma, presidente de Parques Nacionales, dijo en diálogo con Télam que “es un proyecto prioritario, es un humedal de importancia internacional”.

“Se trata de un área de casi un millón de hectáreas. Además en la zona hay un cánido muy amenazado como es el aguará guazú”, detalló.

Sostuvo que “hay que hacer el esfuerzo para tener la mejor calidad de conservación de un humedal de esa extensión y de esa calidad dentro de la región pampeana, que está inserto en un espacio fundamentalmente agropecuario”, sostuvo.

Por su parte, Hernán Casañas, director de la ONG Aves Argentinas, una de las principales organizaciones que viene impulsando la creación del parque nacional, señaló a esta agencia que “queremos conservar este lugar a perpetuidad, es un ecosistema único. Estamos a tiempo de cambiar la situación acuciante en lo ambiental, la pérdida de biodiversidad viene a un ritmo inusitado en la historia”.

El área de la laguna de Mar Chiquita y los bañados del Río Dulce fueron declarados Reserva Provincial de Uso Múltiple en 1994 y declarada Humedal de Importancia Internacional por la Convención Ramsar en 2002, por la riqueza de su biodiversidad en el ecosistema.

Desde 2017 se está trabajando para alcanzar la mayor protección a nivel nacional, luego de que se firmara un convenio marco de cooperación entre Nación, Provincia de Córdoba y la Administración de Parques Nacionales.

"La gente está ávida de hacer cosas en la naturaleza. Queremos un parque sin restricciones, que sea por y para la gente", dice Laura Josens, bióloga de la ONG Aves Argentinas.“La gente está ávida de hacer cosas en la naturaleza. Queremos un parque sin restricciones, que sea por y para la gente”, dice Laura Josens, bióloga de la ONG Aves Argentinas.

“Los parques nacionales son una herramienta para el desarrollo y para hacer crecer el sentido de pertenencia, que los argentinos nos sintamos orgullosos de lo nativo”, aseguró Casañas y destacó que arribar a esa protección “le va a dar a la zona una visibilidad nacional e internacional inmejorable”.

“Los parques son amortiguadores del cambio climático, conservar y restaurar los ambientes naturales es la mejor manera”, explicó.

La laguna de Mar Chiquita y los Bañados del Río Dulce son un enorme humedal, de alrededor de un millón de hectáreas, donde solo el lago salado ronda las 600.000 hectáreas.

Es un hábitat único ya que en la región se encuentra el 66% de todas las especies de aves migratorias y playeras registradas en Argentina, y se concentran más de 380 especies de aves, casi el 36% de la avifauna total del país.

El avistaje de aves tiene miles de adeptos en Mar Chiquita.El avistaje de aves tiene miles de adeptos en Mar Chiquita.

Mar Chiquita alberga las tres especies de flamencos que hay en Sudamérica, donde el flamenco austral, que es la especie más abundante y se la encuentra durante todo el año, cuenta con poblaciones de hasta 350 mil individuos, según el último censo.

Las costas de la laguna son el lugar ideal para observar aves acuáticas como el cisne coscoroba, tero real, gaviota capucho café, biguá, garza blanca, garza mora, entre otras.

En las inmediaciones de la laguna, según últimos estudios que han hecho las organizaciones con cámaras trampa, se observaron pumas, pecaríes y carpinchos y aguará guazú, entre otros mamíferos.

Lucila Castro, bióloga, directora de la ONG Natura International y oriunda de Miramar, uno de los pueblos costeros a la laguna, aseguró que “este humedal necesita protección, tenemos la oportunidad de crear el parque nacional más grande de Argentina”.

“Las decisiones que hoy tomemos marcarán el futuro de generaciones porque un parque nacional es la figura más fuerte de protección por las leyes en Argentina. Sirve para ordenar las actividades que se pueden hacer y cuáles no en la zona”, aclaró.

Las costas de la laguna son el lugar ideal para observar aves acuáticas como el cisne coscoroba, tero real, gaviota capucho café, biguá, garza blanca, garza mora, entre otras.Las costas de la laguna son el lugar ideal para observar aves acuáticas como el cisne coscoroba, tero real, gaviota capucho café, biguá, garza blanca, garza mora, entre otras.

Las principales amenazas para este complejo ecosistema y para toda su fauna y flora en general están asociadas a la degradación del monte nativo, la tala, la caza, el sobrepastoreo, el avance de la frontera agrícola, la extracción de agua de los ríos que la alimentan, y posterior reducción de humedales, la contaminación del agua y el turismo no sustentable.

Para la conformación del parque resta resolver la situación con los productores del norte de la laguna, donde una decena reclama por hectáreas que hoy están bajo el agua por la crecida de 2003 y con otros poseedores de tierras que hacen ganadería trashumante en esa zona.

Luego, la provincia de Córdoba debería sancionar una ley para la sesión de tierras hacia el Estado nacional, que pasarían a ser administradas por Parques Nacionales.

Las puestas de sol, otro atractivo del futuro parque nacional.Las puestas de sol, otro atractivo del futuro parque nacional.

La Fundación Wyss, de Suiza, decidió apoyar a través de Aves Argentinas el proceso de creación del Parque Nacional Ansenuza, firmando un acuerdo en el cual se comprometió a realizar un aporte de 5,8 millones de dólares para la concreción del Parque Nacional.

“Sería el primer parque que se inicie ya con la infraestructura conformada”, destacó Casañas y explicó que quiere realizarse un proceso similar al del Parque Nacional Iberá, en Corrientes, donde las tierras fueron cedidas por Conservation Land Trust y Fundación Flora y Fauna a través de un proceso gradual de donación a Parques Nacionales.

Ideal para el ecoturismo

La propuesta de creación del Parque Nacional Ansenuza es vista por intendentes locales como una oportunidad para desarrollar el ecoturismo y diversificar las economías regionales de la zona, a la vez que para los biólogos es una oportunidad para restaurar las poblaciones de fauna y flora nativas.

Desde 2017, cuando comenzó el proceso en busca de conformar el parque nacional, en la Región de Ansenuza se vienen desarrollando diferentes actividades junto con las localidades que rodean este gran lago salado para estimular el turismo sustentable, basado en el avistamiento de aves, ya que allí se concentran 380 especies donde se destacan las bandadas de flamencos.

El turismo de naturaleza consta de senderismo, cabalgatas, kayaks, observación de aves, mientras que en el turismo rural, el gastronómico y religioso son los puntos fuertes del lugar. “Estamos ante un cambio de paradigma, nuestro mayor desafío es la concientización de que tenemos que preservar esta zona”, aseguró Jorge Bria, intendente de Morteros.

“El parque nacional le daría otra vuelta de rosca a nuestras economías regionales, que hoy son sólo agropecuarias”, aseveró el intendente de Brinkman, Gustavo Tevez.

Martín Guzmán, intendente de La Para, aseguró que la conformación del Parque Nacional “da una imagen de la zona, nos hace visibles al mundo. Hay que valorar y cuidar lo que tenemos ya que una gran cantidad de biodiversidad, muchas veces ni la gente de acá la conoce. Además, hay una cuestión de infraestructura que hay que resolver, ponerse a la altura de las circunstancias”, advirtió.

La laguna de Mar Chiquita y los Bañados del Río Dulce forman una cuenca cerrada alimentada por tres ríos: el Dulce también llamado Salí, el Primero denominado Suquía, y Segundo, conocido como Xanaes.

Este ecosistema complejo comprende una gran diversidad de ambientes que incluyen el enorme espejo de agua salina, los cauces de los ríos, lagunas permanentes y temporarias, playas barrosas, matorrales de arbustos y cardones, bosques de tipo chaqueño y espinal, salinas, amplios pastizales y sabanas inundables.

La laguna pertenece a la Red Internacional de Lagos Vivientes y fue hermanado con los lagos salados Mono Lake y Salt Lake, en Estados Unidos, ya que en los tres se posa un ave migratoria. “Algunas poblaciones como los falaropos migran hacia Estados Unidos y Canadá, entonces sin la protección de la Mar Chiquita sería un desastre internacional”, explicó Laura Josens, bióloga e integrante de la ONG Aves Argentinas.

“Hay una biodiversidad única en áreas pequeñas hoy en día, si restauramos los ecosistemas habrá más”, sostuvo sobre los avances que significaría declarar esta zona como parque nacional e impulsar políticas de conservación y restauración de flora y fauna autóctona. “La gente está ávida de hacer cosas en la naturaleza. Queremos un parque sin restricciones, que sea por y para la gente”, concluyó.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here