Estamos orgullosos de nuestro balance de gestión.
A pesar de haber sufrido una tragedia social y económica inédita como fue la pandemia, nos convertimos inmediatamente en el Estado presente, pero, sobre todo, eficaz e inteligente que siempre pregonamos. Así pues, redoblamos el ingenio e ideamos diversas medidas como PreViaje, un programa que no sólo ayudó a poner de pie a la industria del turismo, sino también a tener los veranos e inviernos más exitosos de las últimas décadas, a que se terminaran las temporadas bajas y a que más de 7,5 millones de argentinas y argentinos eligieran vacacionar en nuestro país, generando más de 60 mil puestos de trabajo e inyectando 792 mil millones de pesos en las economías regionales.
Pero también nos encargamos de que muchos de esos destinos fueran acondicionados para estar a la altura de semejante movimiento turístico, el de hoy y el del futuro, e implementamos 50 Destinos, un plan inédito en infraestructura para el sector. Asimismo, recuperamos las Unidades Turísticas Chapadmalal y Embalse, íconos del turismo social que se encontraban seriamente deterioradas o, directamente, abandonadas.
Y, paralelamente, capacitamos a más de 600 mil trabajadores, trabajadoras y estudiantes de la industria a través de una amplia gama de propuestas de formación llevadas a cabo, muchas de ellas, en forma conjunta con universidades nacionales.
Fue una tríada virtuosa de promoción, desarrollo y capacitación la que, junto al trabajo en conjunto con el sector privado, permitió que hayamos finalizado nuestra gestión cosechando reconocimientos de organismos locales e internacionales.
Una fórmula que también funcionó exitosamente en Deportes, en donde llevamos adelante una inversión histórica en infraestructura, con más de 5700 obras en clubes de barrio y en 170 polideportivos de todos los rincones del país, asociaciones civiles sin fines de lucro tan importantes por el rol social que cumplen conteniendo a miles de chicos y chicas. Por eso, también, la creación de programas como Hay Equipo, que becó a tantos niños, niñas y jóvenes beneficiarios de la AUH para que pudieran realizar su deporte o actividad preferida sin costo. Para los clubes, además, sumamos una tarifa diferenciada en los servicios básicos como luz y gas, y aportamos capacitación para que sus dirigentes pudieran regularizar la situación jurídica y administrativa de tantas instituciones que, al no tener toda su documentación actualizada, se veían imposibilitadas de acceder a los beneficios del Estado.
De un Estado que, gestionado con creatividad, inteligencia, honestidad y responsabilidad, puede (y debe) mejorar la vida de la gente. Tal cual lo hicimos durante estos cuatro años en el Ministerio de Turismo y Deportes.
Tal cual lo hicimos durante estos cuatro años en el Ministerio de Turismo y Deportes