Los nutrientes clave para la salud ocular son los antioxidantes. Los alimentos ricos en antioxidantes, como las frutas, las bayas y verduras coloridas, las nueces y las semillas, ayudan a combatir el estrés oxidativo. Esto es especialmente importante para las personas que padecen patologías oculares, ya que el estrés oxidativo puede dañar los tejidos oculares y agravar la enfermedad.
Los problemas oculares presentan grandes complicaciones en la calidad de vida. En el mundo hay aproximadamente 285 millones de personas con discapacidad visual.
Entre las patologías oculares más importantes está el glaucoma, que ha alcanzado proporciones epidémicas de hasta 66,9 millones de personas en el mundo, presentando 6,7 millones de ceguera bilateral. Pero, al glaucoma, se suma, que muchos pacientes que reciben tratamiento para el glaucoma experimentan el síndrome de ojo seco debido a la cantidad y los tipos de gotas oftálmicas que se administran.
Otra enfermedad para destacar es la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), que se ha convertido en un problema importante de salud pública. Es una de las primeras causas de baja visión y de ceguera legal. La prevalencia aumenta con la edad, y las mujeres tienen mayor riesgo de presentar formas graves de esta enfermedad.
Un reto de salud pública y para los profesionales médicos es realizar una detección precoz de los diagnósticos visuales a través de la medición de la presión intraocular y realización de un fondo de ojo e incidir sobre la importancia de hábitos saludables. Entre estos últimos, cada vez toma más fuerza la influencia de los alimentos y el ejercicio.
Los factores de riesgo asociados a patologías oculares como glaucoma, DMAE, cataratas, el síndrome de ojo seco, no solo se centran en la edad, sexo, raza, herencia y salud cardiovascular sino también en el estado nutricional. El efecto positivo de una alimentación equilibrada y rica en antioxidantes sobre distintos niveles de la retina está respaldado por estudios científicos que avalan la importancia y beneficios de una buena nutrición.
Es en este punto, donde el extracto de bayas de maqui (Aristotelia Chilensis) aparece como la mejor alternativa para prevenir y/o mejorar distintas patologías oculares. Por ejemplo, un equipo de científicos de la Universidad Farmacéutica de Gifu, Japón, investigó el efecto del extracto de la baya de maqui sobre la función lagrimal en el ojo seco. En sus conclusiones los especialistas sostienen: “los resultados indican que el extracto de la baya de maqui, actuando sobre la glándula lagrimal, restauró los síntomas de ojo seco y representa un tratamiento nutricional muy potente para su prevención”.
La verdad sobre el maqui
El maqui (Aristotelia chilensis) es una planta nativa que crece silvestre en los bosques de la Patagonia Andina de Chile y Argentina. Las bayas de maqui son apreciadas como la superfruta antioxidante más poderosa por su alto contenido en polifenoles, antocianinas, delfinidina entre otros nutrientes, que ayudan a neutralizar los radicales libres, que son agentes que envejecen distintas partes y órganos del cuerpo humano.
La combinación entre distintos tipos de antioxidantes, vitamina E, C, betacaroteno, zinc, luteína, zeaxantina, antocianinas y carotenoides, es positiva ante el riesgo y progresión del glaucoma y la degeneración macular”
El extracto de baya de maqui presenta un gran poder como antioxidante celular (Fuente; US DepartmentofAgriculture – ORAC (Oxygen Radical Absor bance Capacity).
La combinación entre distintos tipos de antioxidantes, vitamina E, C, betacaroteno, zinc, luteína, zeaxantina, antocianinas y carotenoides, es positiva ante el riesgo y progresión del glaucoma y la degeneración macular, indicando un menor riesgo de la enfermedad ante un mayor consumo de antioxidantes en la dieta.
Promover el consumo adecuado de antioxidantes como el maqui a través de suplementos naturales o dieta enriquecida, puede prevenir y proteger frente a patologías oculares de gran prevalencia.
