El Campo de Tulipanes, un lugar increíble.
El Campo de Tulipanes de Tevelin a orillas de la Ruta 259 no solo es un lugar de belleza única sino también la puerta de entrada al área protegida Cascadas de Nant y Fall y el Parque Nacional Los Alerces, con su majetuoso lago Futaluafquen.
Al llegar la primavera, y en especial durante los meses de octubre y noviembre, dos millones de bulbos florecen en el Campo de Tulipanes de Trevelin, creando un tapiz de hileras blancas, rojas, amarillas, violetas y de varios tonos que culmina con el perfil majestuoso del Gorsedd y Cwmwl (Trono de Nubes en Galés), uno de los picos nevados más emblemáticos de esa zona de Chubut.
El dueño de las tres hectáreas que ocupan los Campos de Trevelin, a orillas del Nant y Fall, a 100 metros de la Ruta 259, tiene previsto para esta temporada que se inicia el próximo 3 de octubre, la instalación de 12 estaciones y dos áreas de descanso bien amplias al aire libre.
“Es para que los visitantes que lleguen este año puedan disfrutar de manera segura y relajada el lugar”, explicó el propietario, Juan Carlos Ledesma, que además anticipó que “se está trabajando en la instalación de cartelería para que cada visitante pueda disfrutar el recorrido de un modo autónomo, solo con su grupo familiar y manteniendo la distancia social adecuada”.
Por su parte, el secretario de Turismo de Trevelin, Juan Manuel Peralta, aseguró que desarrollaron “ocho protocolos para la atención a los turistas, tanto en los alojamientos como en la oficina de informes y las diversas actividades para que quienes puedan visitarnos lo hagan con total seguridad del punto de vista sanitario”.
El Parque Nacional Los Alerces, una de las bellezas del sur argentino.
El Campo de Tulipanes, que pertenece a Plantas del Sur, se encuentra a 100 metros de la ruta que une Trevelin con el paso internacional a Chile: un camino que tiene atractivos imperdibles para el visitante.
Frente a los Campos de Tulipanes, cruzando la ruta 259, el Área Natural Protegida Cascadas de Nant y Fall permite realizar caminatas de baja dificultad y apreciar saltos de hasta 64 metros de altura.
En tanto, junto al tapiz de colores, el viñedo y bodega Viñas del Nant y Fall es un establecimiento agroturístico donde además de recorrer la plantación, los visitantes pueden degustar vinos de altísima calidad, pasar el día en el camping junto al arroyo o disfrutar de los sabores patagónicos en el restaurante Sangre Tinta.
Más próximos a Chile –en el paraje Los Cipreses-, los fundadores de Bodega Casa Yagüe invitan a recorrer sus viñedos, que cuentan con parcelas de chardonnay, cabernet franc, sauvignon blanc, éste último uno de los vinos más destacados de su producción.
Los tulipanes de Trevelin, puerta de entrada a un recorrido maravilloso.
Pero los atractivos de la ruta 259 no se agotan en el vino: Junto a Casa Yagüe está erigido el Molino NantFach, una réplica de los muchos molinos harineros que poblaron este valle desde que se instalaron los pioneros galeses hasta la década de 1940.
Su creador, Mervyn Evans, descendiente de aquellos primeros colonos, no sólo es un estudioso de la historia local, sino que puso manos a la obra y levantó un molino museo que además de contar la historia de la región, produce harina con trigo de este mismo valle.
También destacan en la zona los lodges de pesca; la cercanía con el Río Futaleufú; la estación de piscicultura Arroyo Bagillt; el área natural protegida Lago Bagillt; el sendero Mirador del Paraíso; la Chacra de Frutillas Legua 13; las cabalgatas Apus; y los alojamientos y los establecimientos de agroturismo
Trevelin, la puerta de entrada al Parque Nacional Los Alerces, está a sólo 12 kilómetros de la Portada Sur del área y a 24 de la Portada Centro.
En una reciente encuesta de la web de viajes Booking, Trevelin fue elegido como uno de los 5 destinos preferidos para el turismo en el día 1 después de la Covid-19 y mucho influye su cercanía al Parque Nacional.
“En Trevelin el visitante se aloja principalmente en cabañas enmarcadas por predios amplios, con mucho contacto con la naturaleza”, destacó Peralta.
Agregó que es un lugar especial para “disfrutar de la pesca deportiva, del trekking, el avistaje de aves, o de una tarde junto al Lago Futalaufquen, todas actividades alejadas de las aglomeraciones, de los espacios cerrados, de lo que nos preocupa en estos tiempos.”