Mirna Bermúdez: “Desarrollamos sitios de observación de fauna marina con el objetivo de identificar al destino con el avistamiento de ballenas”.

El objetivo es instalar este destino como un sitio con posibilidades de avistar aves y 21 especies de cetáceos, entre ellos la ballena franca austral.

Caleta Olivia, en el litoral marítimo de Santa Cruz, desarrolló varios atractivos ligados al avistamiento de aves y fauna marina y al segmento del Turismo de Naturaleza para atraer visitantes cuando se autorice la reapertura de la actividad, paralizada a raíz de la pandemia de Covid-19.

El objetivo de estas acciones es instalar a este destino, conocido por su importancia en el desarrollo de la industria petrolera, como un sitio con posibilidades de avistar unas 21 especies de cetáceos, entre ellos la ballena franca austral, que recorre las costas del Golfo San Jorge en su tránsito a Península Valdés.

Los registros y estudios del Museo Educativo Patagónico identifican 21 especies de cetáceos, entre delfines austral, obscuro, y tonina overa, calderones, orca, ballenas rorcuales como yubarta, sei, fin, minke y también ballena franca austral, cachalote, ballena azul, ballena bryde, delfines de risso, delfín nariz de botella, de zifios de gray y layard, marsopa de anteojos y Zifio de Cuvier.

La subsecretaria de Turismo de Caleta Olivia, Mirna Bermúdez, señaló a Télam que “desarrollamos sitios de observación de fauna marina con el objetivo de identificar al destino con el avistamiento de ballenas”.

“Queremos aprovechar este recurso y también hacer posible que los residentes disfruten de los atractivos que brinda la observación de la naturaleza, que es una actividad ideal para brindar seguridad a los visitantes en esta nueva etapa del turismo”, agregó.

Por su parte, la secretaria de Turismo de Santa Cruz, Valeria Pelliza, sostuvo que “el mayor atractivo de Caleta Olivia, reconocida por su actividad petrolera, es su perfil marino-costero, que presenta una postal espléndida entre acantilados y playas y que crece en la cantidad y variedad de especies que alberga”.

“Queremos hacer posible que los residentes disfruten de los atractivos que brinda la observación de la naturaleza”MIRNA BERMÚDEZ

Los registros y estudios del Museo Educativo Patagónico identifican 21 especies de cetáceos en Caleta Olivia.Los registros y estudios del Museo Educativo Patagónico identifican 21 especies de cetáceos en Caleta Olivia.
En ese sentido, César Gribaudo, integrante del Museo Educativo Patagónico, manifestó que “en enero censamos más de 700 avistamientos de ejemplares de fauna marina en el mes” y subrayó que las estadísticas “muestran que en los últimos diez años se incrementaron, lo que habla del repoblamiento progresivo del Golfo San Jorge”.

Bermúdez recalcó que “la mayoría de las especies se pueden observar desde varios puntos de la costa, lo que permite que los turistas también puedan disfrutar de las playas y los acantilados, que son extensiones de la estepa patagónica que llegan hasta el mar y reflejan la luz solar creando un espectáculo único”.

La Lobería Punta Sur, que es un apostadero con unos mil ejemplares de lobos marinos de un pelo que está abierta todo el año, es otro de los atractivos naturales que será potenciado.

La subsecretaria de Turismo de Caleta Olivia sostuvo que “ese espacio, que sólo se puede visitar en forma particular, es de fácil acceso porque está ubicado a apenas diez kilómetros de la ciudad y tiene buena infraestructura en sus caminos”.

La oferta para disfrutar de la costa santacruceña se completa con el Paseo Costero, que se extiende unos cinco kilómetros de norte a sur de la ciudad y que se puede recorrer a pie o en bicicleta.

La Lobería Punta Sur, un apostadero con mil ejemplares de lobos marinos, es otro de los atractivos naturales.La Lobería Punta Sur, un apostadero con mil ejemplares de lobos marinos, es otro de los atractivos naturales.
El recorrido finaliza con una vista panorámica al puerto Caleta Paula, donde la bajamar hace posible que los visitantes realicen caminatas bordeando la caleta, avistar cormoranes, petrieles y gaviotas y, en las rocas, mejillones, caracoles, estrellas y erizos de mar y algas verdes, rojas y pardas.

Este espacio natural cuenta con diferentes especies de la fauna patagónica, como guanacos, martinetas, liebres europeas, caranchos, aguiluchos, cuis chico y águila mora, entre otros.

Además, tiene, durante todo el año, la flora característica de los suelos áridos con arbustos bajos, como el duraznillo, el quillimbay, la uña de gato, el zampa y el coirón llama.

El balneario municipal es otro sitio que permite disfrutar de las playas sobre la costa atlántica, que según Pelliza “son un sitio ideal para descansar, para disfrutar de la naturaleza y para practicar deportes náuticos y pesca deportiva”.

La historia sobre los inicios de la actividad petrolera en Argentina es otro de los atractivos de esta ciudad, la segunda en cantidad de habitantes en la provincia.

Esos rastros se aprecian en la arquitectura de la ciudad, en el monumento Obrero Petrolero Gorosito, de casi 13 metros, en varios museos y centros culturales, en el parque temático “26 de junio”, un sitio al aire libre donde se exhiben piezas petroleras, y en el Pozo O12, donde en 1944 se descubrió petróleo en la zona por primera vez.

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