Santuario De La Virgen Del Valle (La Reducción – Lules)

El santuario de la Virgen del Valle, en Lules, enamorará al turista sea cual sea su creencia religiosa, ya que encierra una historia muy rica. Cada 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción de María, miles de peregrinos se reúnen allí en un acto de fe que ya se hizo tradición.

Cuenta la historia que el 26 de noviembre de 1923 se desató una feroz tormenta de piedras en La Reducción. Las familias, preocupadas por los daños que sufrirían sus quintas y huertas, se encerraron a rezar el Rosario para suplicar que no perdieran sus cultivos.

La sorpresa fue darse cuenta de que ningún terreno había sufrido daños y minutos más tarde, advirtieron que cerca de un algarrobo estaba enterrada una pequeña imagen de María Inmaculada por lo que tomaron ese signo como un milagro.  A partir de entonces, la veneración a la Virgen es recurrente.

Para conocer este maravilloso sitio, el visitante deberá, desde la rotonda de acceso a Lules, continuar 4 kilómetros más en dirección sur por Ruta Provincial Nº 301 para girar luego a mano derecha aproximadamente 300 metros hasta encontrar el lugar.

No es en vano que las Ruinas de San José de Lules sean Monumento Histórico Nacional desde 1944 ya que son un vivo testimonio de la época de la conquista española y sitio en donde  los jesuitas cultivaron por primera vez la caña de azúcar.

Están formadas por una antigua capilla y un convento que fueron fundados por la Compañía de Jesús en 1670. Desbordados de historia, allí se ubican los dormitorios, el almacén, los talleres y el colegio donde estudiaban los indios Lules. Además, allí funcionó  el primer colegio público de la Argentina. Actualmente, en la antigua sacristía, funciona el museo.

Se realizan dos misas al año, una es el 19 de marzo, día de San José Obrero y la otra el 17 de diciembre, día de la llegada de los Jesuitas.

Si el visitante desea realizarlo de manera particular, podrá llegar desde la ciudad capital, por Ruta Provincial Nº 301 recorriendo aproximadamente 18 kilómetros, 2 antes de encontrar el acceso a la ciudad de Lules.

Parroquia Inmaculada Concepción (Concepción)

La parroquia comenzó a construirse en la década de 1850. Según la tradición, la imagen de la Inmaculada Concepción que aún se conserva, perteneció a soldados que luchaban contra Rosas y se la regalaron a una anciana luego de haberlos socorrido en los bosques. Al crearse la capilla en honor a esta advocación de María, la ciudad llamada hasta ese entonces La Ramada, paso a conocerse como Concepción.

La imagen está tallada en quebracho y mide más de un metro. La figura y la delicadeza de los detalles ponen en evidencia la autoría de un artista de la escuela española, descartando toda posibilidad de que haya sido obra del arte indígena.

En 1975 el intendente de la ciudad declaró patrona del municipio a la Santísima Virgen María, en su advocación de Inmaculada Concepción.

Se encuentra ubicada sobre calle Nasif Estefano, frente a la plaza principal “Mitre”.

Iglesia Nuestra Señora De La Merced (Simoca)

Se fundó en 1859 y constituye la más antigua del este tucumano. En sus comienzos, fue un pequeño rancho en donde se veneraba a San Juan. Según algunos documentos históricos, Manuel de Albornoz, encargado del gobierno local, hizo traer desde Perú una imagen de la Virgen de la Merced para la parroquia local.

Al ver la devoción que los fieles demostraban por la Virgen, la iglesia cambió su nombre y se la declaró patrona del pueblo. Cada 24 de Septiembre, día en que se conmemora el día de la Virgen de la Merced, más de cinco mil feligreses colman el templo.

Se encuentra en la intersección de las calles Gómez Llueca y 9 de Julio, frente a la plaza principal.

Iglesia De La Villa De Medinas (Villa De Medinas)

La iglesia fue levantada por el párroco Miguel Román alrededor del año 1868 y se encuentra enclavada en una de las poblaciones más antiguas del interior de la provincia.

Se trata de un magnífico edificio con un rico equipamiento. La imagen más antigua es la de la Virgen de La Merced, esculpida y tallada en madera semidura con una lámina de oro que data de 1600. La iglesia es sede de dos importantes fiestas: una el 15 de julio, día en que se celebra la Coronación de la Virgen; y la otra, el 24 de septiembre, día de la Virgen de La Merced, a la cual asisten miles de peregrinos.

La Iglesia se encuentra frente a la plaza principal.

Iglesia Parroquial Nuestra Señora Del Rosario (Monteros)

Sus orígenes se remontan a los tiempos de la fundación de San Miguel de Tucumán, en la zona de Ibatín. Las tierras donde hoy se encuentra la ciudad de Monteros fueron entregadas en forma de pago por sus servicios al Capitán Espinoza, fiel devoto de la Virgen de Rosario.

En honor a la Virgen, se construyó una modesta capilla de adobe y paja que utilizaron Espinoza y sus descendientes. En 1719 sucedió un episodio conocido como el Milagro de la Virgen, durante tres días la imagen lloró mojando sus vestiduras.

Por iniciativa del párroco, años más tarde se construyó una enorme iglesia, la cual fue demolida en 1940 debido al deterioro que había sufrido.

La actual parroquia fue finalmente inaugurada luego de casi 20 años de trabajo, el 17 de noviembre de 1962. Sus fieles celebran anualmente la Fiesta del Rosario el 1° domingo de octubre.

Se encuentra ubicada sobre calle Rivadavia, frente a la plaza principal.

Parroquia Nuestra Señora del Carmen (Famaillá)

Debido a un testamento de 1796,  de Doña Josefa Pérez, en el que solicita ser enterrada en la vice parroquia de Nuestra Señora del Carmen, se sostiene la hipótesis de que la Parroquia posee aproximadamente más de 250 años en la localidad.

La existencia de mapas confeccionados en 1834 y 1848 corroboran la localización exacta de la parroquia, la misma aparece dibujada a orillas del actual rio Famaillá. Tiempo después construyeron un edificio destinado a la parroquia frente a la plaza principal.

En 1872, debido al mal estado en que se encontraba el edificio los vecinos y fieles de la zona decidieron crear una comisión recolectora de fondos, destinados al arreglo del templo y la iglesia. En agosto de 1890, el edificio se abrió nuevamente al culto, según lo indica una placa recordatoria. El frontis – el triangulo superior – que posee la capilla fue restaurado en 1934. Luego, en 1951 se realizaron algunas ampliaciones en diferentes sectores de la primitiva edificación, entre ellas pueden mencionarse aquellas realizadas en el sector sur: antigua dependencia del párroco y sacristía.

Emplazado frente al paseo principal de la ciudad y jerarquizado por la peculiaridad de su fachada, el edificio fue concebido como una gran estructura sin torre y sin columnas estriadas, de estilo italiano. En términos generales, la fachada se adscribiría al movimiento arquitectónico llamado clasicismo.  Dos grandes esculturas de bulto identificadas con Elías y Abraham, profetas bíblicos dedicados a la Virgen del Carmen, flanquean la entrada de la parroquia. La misma también posee en su interior, la imagen de la virgen de los cabellos Negros, traída de España por un Padre Carmelita.

Parque Temático Galería de la Veneración

Entre los años 1999 y 2003, se encaró un ambicioso proyecto que involucraba la construcción de un parque temático vinculado a la religiosidad local, específicamente a ciertas manifestaciones religiosas relacionadas a la fe católica en general. Dicho proyecto había sido concebido también, con vistas a transformarse en un paseo turístico.

Para la construcción del mismo se destinó un terreno de aproximadamente 3000 m2, ubicado en las inmediaciones de uno de los accesos que conducen a Famaillá. La primera parte de la galería fue inaugurada en junio de 2003. En dicha oportunidad, la obra fue bendecida por el Monseñor Luis Villalba y conto con la presencia de autoridades provinciales y locales. La obra fue ampliada nuevamente por el intendente José Fernando Orellana. Bajo su mandato se realizó la construcción de 500 metros de caminería con adoquines, que facilito el tránsito vehicular de los visitantes. Se inauguró también uno de los sectores más importantes del predio, el sector denominado “Monte Carmelo” construido en homenaje a la patrona de Famaillá, la Santísima Virgen del Carmen.

En la actualidad, esta imponente obra cuenta con dos sectores de grutas divididos en dos alas. Los mismos fueron construidos con una base de cemento recubierta con piedra laja. Ambos sectores poseen rampas de acceso y columnas ornamentales. El altar principal fue construido con cemento y mármol. Existe también en dicho predio, una gruta levantada en homenaje a Nuestra Señora de Lourdes, al pie de la misma se puede observar una majestuosa fuente. Además de este sector, posee cinco sectores temáticos más. Entre ellos podemos mencionar aquellos localizados en el ala sur, allí se encuentran: la representación de la aparición de la Virgen de Fátima acompañada por los tres niños pastores (Lucia, Jacinta y Francisco) quienes en 1917 fueron los protagonistas de dicha manifestación y el monumento que conmemora al Papa Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta, dos de las figuras más relevantes de la vida espiritual y religiosa de estos últimos tiempos.

La galería se encuentra ubicada sobre Ruta Provincial Nº 301, frente a la rotonda de acceso a Famaillá.

Iglesia Jesuítica de San Ignacio de Loyola (La Cocha)

Se encuentra ubicada en una lomada en el corazón de la localidad de San Ignacio, comuna de San Ignacio, departamento La Cocha, al sur de Tucumán.

Es un verdadero tesoro histórico. De estilo colonial o jesuítico, típico de la orden, la realizaron los indios con la indicación de los padres jesuitas.

A ella se llega desde San Miguel de Tucumán, viajando en dirección sur por Ruta Nacional N° 38, 127 kilómetros hasta la localidad de La Cocha, y luego se toma la Ruta Provincial N° 334, viajando 5 kilómetros en dirección oeste, hasta llegar a la comuna de San Ignacio.

Fue construída entre 1746 y 1757 y declarada en 1941 Monumento Histórico Nacional de Argentina. Desde allí, los jesuitas manejaron una estancia gigantesca que no sólo se extendía por el sur del actual territorio de Tucumán, sino también por Catamarca y Santiago del Estero.

Está emplazada, de acuerdo con las costumbres de la época de su construcción, en un sitio elevado, en el centro del cementerio de la localidad homónima y perteneció a una reducción jesuítica que fue la primera que fabricó azúcar en la provincia.

El templo, rodeado de un camposanto, está vivo, donde se celebran misas, devociones centenarias y hasta festivales folclóricos, que manifiestan la fe de sus fieles.

Actualmente, el templo y el cementerio están rodeados por viviendas y por fincas verdes de caña de azúcar.

Se cuenta que existen túneles subterráneos por debajo de la iglesia de la época Jesuítica que comunican San Ignacio con el área de Monte Grande a 3 kilómetros.

El 31 de Julio de cada año el pueblo se convierte en una auténtica fiesta celebrando el día del Santo San Ignacio de Loyola. Cada año, la fiesta comienza en los primeros minutos del 31 con una serenata al santo. Durante el día se realizan misas, bautismos y juegos. Al atardecer arranca el festival folclórico.

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