Después de un año de estar inmovilizado, la comisión de Legislación General de Diputados dio dictamen favorable al proyecto de ley de Héctor Baldassi, con lo cual quedó listo para ser tratado en el recinto. El texto incorpora una gran cantidad de modificaciones respecto al que se había tratado en Turismo. Sorpresa de propios y extraños.

Hacía exactamente un año que no se escuchaba hablar del proyecto de ley de agentes de viajes del diputado Héctor Baldassi. El último registro mental para la mayoría fueron las varias jornadas de debate en las cuales desfilaron por el Congreso más de una docena de representantes de entidades de empresarios y profesionales y el pulgar para arriba de la Comisión.

De hecho, la propia Secretaría de Turismo y la Faevyt dieron vuelta la página al paseo por el Congreso y se pasaron buena parte de 2019 pensando y redactando un decreto normativo diferente para la actividad.

Sin embargo, sin que muchos lo supieran ni la vieran venir, el miércoles pasado la comisión de Legislación General aprobó las modificaciones al proyecto de Baldassi y al día siguiente -junto con la Comisión de Turismo- emitieron un dictamen favorable al mismo, dejándolo listo para ser tratado en el recinto y pelear por su media sanción.

SORPRESA Y MEDIA.

Como dijimos, la primera sorpresa fue que nadie en el sector -lo que incluye a la Faevyt- vio venir la resurrección del proyecto. Lo cual, concretamente, implica que no se enteraron de su tratamiento en Legislación General hasta un día y medio después de que había recibido el dictamen. Es más, estaba tan fuera de radar el proyecto de Baldassi que hubo que esperar hasta el viernes pasado para tener acceso al texto y sus modificaciones.

Y he ahí la otra gran sorpresa. El texto que recibió dictamen el jueves pasado se parece muy poco al que había desembarcado en 2018 de la mano de Baldassi -y que había sido escrito a seis manos con el entonces MinTur y la Faevyt-.

CON PUNTILLAS.

A grandes rasgos, el texto que podría recibir media sanción es mucho más concreto y específico en cuanto a definiciones de principios, regímenes, derechos y obligaciones, y sanciones. Deja muchas menos cosas libradas a la reglamentación que quiera darle la SecTur.

Por ejemplo, los requisitos para las Entidades sin Fines de Lucro son más explícitos y restrictivos. Lo mismo sucede con los derechos y deberes del agente de viajes y del turista. Por caso, se incorpora un régimen específico de desistimiento a favor del usuario (siempre y cuando se deduzcan las penalidades y gastos).

También es considerablemente más restrictivo en materia de requisitos para acceder o mantenerse en el Registro Nacional de Agentes de Viajes. Asimismo, deja abierta la posibilidad de que la autoridad de aplicación pueda solicitar garantías (seguros, avales bancarios, fideicomisos, etc…) para solventar incumplimientos parciales o totales.

LA INCÓGNITA.

Desde la Faevyt dijeron que están esperando que sus abogados analicen el texto antes de definir una postura sobre el mismo. En la SecTur la preocupación, obviamente, está en otro lado, y habrá que esperar a que asuman las nuevas autoridades para conocer su opinión.

Pero aun recibiendo una eventual media sanción en las maratónicas sesiones de fin de año, lo cierto es que a este texto todavía le queda un largo recorrido para romper el maleficio que acompañó a los cuatro borradores de ley de agentes de viajes paridos en la última década (2008, 2011, 2015 y 2016). Por ahora, la cincuentenario ley 18.829 sigue ahí.

Fuente: https://bit.ly/2p3qabE

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