La creación de juzgados especializados en la protección de elementos naturales es el proyecto de ley que ha resurgido desde el pasado mes de octubre del año 2020. Se refiere en particular al Ródano y emana de la movilización “L’Appel du Rhône” que espera dar al río la personalidad jurídica que le permita defender sus intereses ante los tribunales.

Para preservar el medio ambiente, y en particular los ríos, está surgiendo un derecho de la naturaleza en todo el mundo. A pesar de todo, sigue siendo extremadamente desigual. Mientras que en países como Ecuador, Colombia o Colorado la ley de la naturaleza está consagrada en la constitución, en Europa el concepto sigue siendo muy vago.

El proyecto de ley de la naturaleza en Francia

Varias asociaciones y funcionarios electos han examinado el tema y están haciendo campaña por la causa. Es el caso de Fédéric Pitaval, director de la asociación id·eau. Este último señala que el derecho existente es un derecho de reparación y propiedad que no permite responder a los problemas climáticos actuales.

Según Mara Tignino, profesora e investigadora del Departamento de Derecho Internacional Público y de Organizaciones Internacionales (INPUB) de la Universidad de Ginebra, el derecho de la naturaleza debe convertirse en un derecho de sujeto y no de objeto. Como primer paso, es esencial que las comunidades locales tengan acceso a “mecanismos jurisdiccionales”. Dirigida por la asociación id·eau, la movilización ciudadana l’Appel du Rhône pretende así dar personalidad jurídica al Ródano. Esta iniciativa ha sido apoyada por otras asociaciones como Garn Europe, Rights of Mother Earth, Wild Legal y Notre Affaire à Tous.

Esta iniciativa permitiría al Ródano defenderse y reivindicar su derecho a existir como entidad natural y proteger así sus intereses: la extinción de especies, la desaparición de tierras, la interrupción de ciclos. También podría emprender acciones legales contra cualquier acto degradante, como la contaminación. Además, las Naciones Unidas han validado el proyecto de la Convocatoria del Ródano haciéndolo parte de su programa Armonía con la Naturaleza.

A finales de 2019 también se puso en marcha un proyecto para crear un parlamento del Loira para apoyar el reconocimiento de la personalidad jurídica del río más largo de Francia. Teniendo esto en cuenta, el ayuntamiento de París se ha comprometido a establecer acciones para el reconocimiento de la personalidad jurídica del Sena y también está considerando la idea de un parlamento. Hasta diciembre de 2020 se celebraron audiencias para responder a las numerosas preguntas planteadas por este concepto. Los resultados de estas conversaciones serán presentados a la Asamblea Nacional y al Senado el próximo mes de junio.

Reconocimiento jurídico internacional de los ríos

En otros continentes, la jurisdicción ambiental ya está bien establecida. En algunos países, este derecho es incluso constitucional. Para otros, surge. Por ejemplo, el río Whanganui en Nueva Zelanda ha gozado del estatus de persona jurídica, aligual que los humanos desde 2020.

Quebec también otorgó el estatus de personalidad jurídica al río Urraca el 16 de febrero de 2021. El río ahora tiene nueve derechos legales, incluido el derecho a emprender acciones legales. Los « guardianes », elegidos por el municipio, disfrutarán del « deberde actuar en nombre de los derechos e intereses del río y de garantizar la protección de sus derechos fundamentales », según las resoluciones aprobadas.

En términos más generales, las Naciones Unidas desean establecer un derecho internacional de la protección del medio ambiente,mediante la creación de una ONG dedicada a la protección del medio ambiente. Pero la ley de la naturaleza sigue siendo difícil de implementar. De hecho, en la India, en 2017, se concedió el estatus de personalidad jurídica al Ganges y al Yamuna, su principal afluente. Sin embargo, las autoridades indias tuvieron que retirarse, ya que las medidas eran demasiado complicadas de aplicar.

Aunque la ley de la naturaleza está empezando a desarrollarse internacionalmente, esta tendencia sigue siendo muy minoritaria en Europa. Pero ante el desafío de proteger el medio ambiente, las instituciones francesas parecen querer movilizarse.

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