Ricardo Ramírez, encargado de la sección comercial del pabellón de Colombia, recorre la historia de las Expos y comparte cómo aprovechar la oportunidad de comunión universal que representan.

Las Exposiciones Universales tienen como propósito generar un impacto duradero en el progreso de la humanidad. Bajo el lema “Conectando mentes, construyendo el futuro”, Expo Dubái 2020 reúne 191 países en el primer evento de estas características en Oriente Medio; buscando fomentar la creatividad, la innovación y la colaboración a una escala global y pensar en el futuro con sostenibilidad.

Ricardo Ramírez, fundador de la plataforma de servicios colombo-chinos ConChina y actual Director de Aviatur, lleva participando en la gestión promocional de los pabellones de Colombia desde la Expo de Barcelona ‘92. Entonces se ganó el afecto de los visitantes lanzando a las calles de la ciudad española una “chiva” (autobús tradicional) colombiana en que mostraban bailes y productos tradicionales; y en todas las Expos sucesivas ha ido creando diferentes estrategias promocionales. Ayer contaba a ASICOTUR, Asociación de la que es Delegado, para explicar por qué lleva casi tres décadas aparcando por un año su actividad profesional y acudiendo al que llaman “el show más grande del mundo”.

En su presentación “Una vida en expo” ante asistentes y Delegados de ASICOTUR que representan a la Junta Directiva en sus respectivos países, Ricardo habla de cómo la Expo, todas las Expos en que ha trabajado, le han llevado a descubrir infinidad de culturas, saberes y sabores: no sólo llevan a conocer y tratar a personas de todas partes del mundo, casi realizando un doctorado en las respectivas culturas de negocios, sino que crean una red de amistades impasibles al paso del tiempo. Según Ricardo, “la Expo es el paraíso del viajero, porque en cada esquina hay recuerdos para tomar de la mano”.

Colombia había recibido, a 10 de noviembre, 150.000 visitantes en su pabellón de Expo Dubái 2020. Todos ellos pudieron disfrutar del bosque amazónico en que se basa el pabellón, sumergirse en cada una de las regiones colombianas gracias a distintas salas experienciales, admirar “La mujer reclinada”, mítica estatua del artista Botero… Y sorprenderse con trabajo de Ricardo. Como responsable de la promoción comercial  ha diseñado dos áreas: Palenke, una tienda de productos tradicionales que revierte los beneficios a las comunidades artesanas, y Cooyuba, bar de jugos y estrella del pabellón, en que se acerca al visitante a las más de 400 variedades de frutas que hay en el país.

Cooyuba y Palenke estarán abiertos en el pabellón de Colombia hasta la clausura de Expo Dubái 2020, a finales de marzo de 2022.

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