Son 1128 Estadounidenses que desembarcarán en la Ciudad este viernes por la mañana.
Las 564 parejas swingers se embarcaron en Río de Janeiro para pasar fin de año frente a la costa de Brasil. Luego, navegaron hacia el sur hasta llegar a Punta del Este, Montevideo y con destino final en Buenos Aires (Gentileza El Observador de Uruguay).
Las parejas swingers provienen de EE. UU.
La temporada de cruceros de Buenos Aires tendrá una sorpresa este viernes con la llegada de un enorme barco, El Azamara Pursuit, habitado en forma completa por parejas swingers provenientes de EE. UU.
El Azamara navega el Océano Atlántico, bordea las costas de Brasil, Uruguay y llegará a Buenos Aires. En su lujoso interior, las parejas tienen asegurada la reserva total en sus actividades. Se trata de matrimonios que militan la cultura swinger en Estados Unidos.
El término swinger primero se aplicó a la gente que iba a fiestas sexuales en los años 60 y 70. El intercambio de parejas sigue existiendo hoy en día, y con las diferentes formas de no monogamia que están ganando terreno en todas las sociedades occidentales.
Las 564 parejas se embarcaron en Río de Janeiro para pasar fin de año frente a la costa de Brasil. Luego, navegaron hacia el sur hasta llegar a Punta del Este, Montevideo y con destino final en Buenos Aires, para luego retornar hasta Brasil y emprender el regreso a Estados Unidos.
Lo que pasa en el barco…
El barco fue contratado en forma de chárter por la empresa estadounidense SDC (Seek, Discover and Connect) que se encargó de toda la logística del viaje.
Desde la página de SDC, definen al “swinging” como un comportamiento y una identidad (o ambos). “Desde el punto de vista del comportamiento, significa que estás en una pareja, o sos una persona soltera, que vive una vida con múltiples parejas ocasionales”, explican en la portada de inicio.
SDC con filiales en todo Estados Unidos, se encarga de este tipo de cruceros swingers y también otro tipo de viajes para solos y solas. Es la primera vez que eligen el sur de América para uno de sus eventos turísticos.
La travesía
El crucero es de 8 noches y 9 días completos donde se les asegura que “explorarán costas exóticas, echarán un vistazo a las celebraciones locales y disfrutarán de las comidas festivas”. En cuanto al entretenimiento a bordo, proponen “disfrutar de nuevas noches eróticas temáticas, talleres para parejas a cargo de profesionales del sector, provocativas pool parties, DJs internacionales, actuaciones exclusivas y mucho más de seducción”.
Para las cubiertas abiertas y las áreas de la piscina el uso de ropa es opcional. Se ofrecen Meet & Greets para ayudar a romper el hielo y conocer nuevas parejas, seminarios que “educan y te permiten explorar nuevas áreas del estilo de vida” y noches temáticas.
El recibimiento en Uruguay
El desembarco de las parejas esta semana en Uruguay generó revuelo mediático.
Juan Abude, Gerente de Turismo receptivo de Buemes, fue el encargado de organizar los tours de los turistas del barco en Punta del Este y Montevideo.
“Lo que pasa adentro del barco no lo sé» explicó el operador turístico uruguayo. «Aquí hicieron mucho turismo activo, porque en general son parejas más jóvenes que las que tradicionalmente viajan en este tipo de crceros”.
El promedio de edad de las parejas que llegarán este viernes a Buenos Aires es de entre 35 y 50 años
Además, el ejecutivo de la empresa uruguaya reveló que alquilar un crucero en esta época del año (fiesta de Año Nuevo) es de las fechas más caras del año. “Como pudimos experimentar el público que desembarcó era de alto poder adquisitivo y con muchas ganas de distenderse en el corto tiempo que pasan en cada destino”, recalcó Abude.
El promedio de edad de las parejas que llegarán este viernes a Buenos Aires es de entre 35 y 50 años. En Uruguay, evitaron los museos y city tours tradiciones. “Se volcaron a recorrer la Ciudad en bicicleta, tomaron clases para aprender a hacer asado o catas de vinos”. En tanto, en Punta del Este, la escala anterior, la mayoría se dedicó a hacer playa, Pero comer en los restaurantes más caros de la localidad para volver a pasar la noche al barco.
