Cada vez más viajeros y familias buscan destinos naturales para dejar atrás el sentimiento de encierro evocado durante la pandemia. A pocas horas de la Capital, los esperan picnics, paseos costaneros, arroyos, lagunas y otras opciones ideales para aprovechar el verde del entorno, respirar profundo y recargar las energías antes de retomar la rutina semanal.

San Nicolás de los Arroyos

En San Nicolás, se combinan el atractivo de una ciudad con todas las letras y la posibilidad de disfrutar del aire puro en familia, con amigos o en pareja. Siempre, en compañía de los nicoleños, cuya cálida presencia va marcando el ritmo de la escapada que propone este destino, situado a sólo 240 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires.

Entre los espacios naturales de esta localidad, sobresale su Paseo Costanero a la vera del arroyo Yaguarón. En el sitio, grandes y chicos pueden participar de caminatas y barrileteadas. También, compartir meriendas bajo la sombra de árboles autóctonos y el aroma característico de las ciudades tapizadas por la flora del río Paraná.

Otro de sus pulmones es el Área Natural Protegida Municipal Parque Rafael de Aguiar. Se trata de una alternativa ideal para relajarse y olvidarse del estrés, en una zona verde que se presta para realizar mateadas y avistar algunas de las más de 150 especies de aves, así como reptiles, mamíferos y peces que habitan la región.

En tanto, en el Parque San Martín, quienes busquen descansar y respirar aire puro tendrán la posibilidad de hacerlo sobre un mirador, de cara al río y sus islas. En el sitio también se encuentra el restaurante El San Martín, donde es posible disfrutar de platos de río como boga, dorado o pacú en compañía de una impresionante vista del Paraná.

Para llegar a San Nicolás, se debe circular por la Ruta Nacional Nº 9 – Panamericana hacia el norte, pasando Campana, Zárate, Baradero y San Pedro, tras haber recorrido unos 240 Kilómetros desde Capital Federal.

Lobos

Lobos es un destino tranquilo, ideal para descubrir en familia. La ciudad invita a recorrer sus calles, entre casas antiguas y un verde predominante que complementa un paisaje calmo, de relax. En esta secuencia, sobresalen el estilo neogótico de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen y la impronta inglesa de la Estación de Ferrocarril, dos paradas obligadas para sus visitantes.

Si se trata de aire puro, su atractivo central es La Laguna de Lobos, donde grandes y chicos se reúnen para practicar deportes acuáticos y otras actividades en torno de esta formación natural. La zona cuenta con una Costera Municipal, adecuada para explorar las sorpresas que esconde su vida natural, entre las que se encuentran especies como garzas, espátulas rosadas y patos.

Además, alrededor de este espacio, es posible encontrar distintos bancos, mesas y otras comodidades diseñadas para que tanto los habitantes de la

ciudad como sus visitantes puedan compartir improvisados almuerzos y mateadas.

Lobos está ubicada 100 kilómetros al suroeste de la Ciudad de Buenos Aires. Se puede llegar en auto a través de las Rutas Provincial Nº 41 y Nacional Nº 205; o en tren, a través de los ramales Roca y Sarmiento.

Capilla del Señor

Capilla del Señor es otro de esos pocos destinos en los que, todavía, se puede percibir el modo de vida tradicional de sus habitantes. Su antigua arquitectura colabora con la sensación de que el viajero, una vez adentrado en sus calles, se encuentre desplazado de los apuros y presiones de la ajustada cronología semanal.

Esta sensación es facilitada por espacios como la Plaza San Martín, donde es posible recorrer una antigua arbolada y los vistosos puestos de una feria artesanal. Estos hitos van trazando el rumbo de los caminantes y runners que eligen sus sendas para percibir en primera persona el aire puro que emana del entorno.

Por otro lado, el Paseo Arcoiris, dentro de la Reserva Natural Arroyo de La Cruz, también se presta para que tanto ciclistas como los más chicos participen de verdaderas bicicleteadas, rodeados de los picnics y mateadas característicos de la ciudad.

A Capilla del Señor se puede llegar en auto por la Panamericana Ramal Pilar hasta el kilómetro 69 de la Ruta Nacional Nº 8. Luego, hay que tomar la Ruta Provincial Nº 39.

Carlos Keen

En los últimos años, Carlos Keen supo instalarse en la conversación familiar, o de entre amigos, como recomendación de destino gastronómico y de aire puro por excelencia. Es sabido que el principal atractivo de esta localidad son los restaurantes de campo, que proponen sabores típicos entre variedades de quesos, platos a la olla, empanadas, pastas y, por supuesto, el asado.

Quienes disfruten de paseos soleados encontrarán en esta ciudad un paisaje de casas centenarias, construidas con ladrillo y adobe. En definitiva, podrán disfrutar de las alternativas de su circuito gastronómico y luego continuar la tarde recorriendo sus calles y espacios abiertos, mientras va llegando la hora de merendar, con la posibilidad de hacerlo en un entorno simple y natural.

Carlos Keen se encuentra a 88 kilómetros de Buenos Aires. Para llegar en auto, se debe tomar el Acceso Oeste hasta Luján, y luego la Ruta N° 7.

Tomás Jofré

Tomás Jofré es otro de los referentes gastronómicos del turismo rural que ofrece la provincia de Buenos Aires, con menús especializados en pastas caseras, carnes, picadas y postres. Más allá de una variada oferta en comidas, el pueblo cuenta con espacios para disfrutar al aire libre, como su vieja estación y una feria artesanal.

También, ofrece la opción de que los más chicos realicen paseos a caballo a lo largo de sus calmas calles, para seguir disfrutando de la visita más allá del almuerzo. Para llegar allí, hay que tomar el Acceso Oeste hasta la bajada de la Ruta N° 5. Luego, en el kilómetro 91,5, doblar a la izquierda y seguir unos 7 kilómetros.

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